Hay vecinos, padres y maestros
que han hecho suposiciones y han sacado
conclusiones de forma precipitada en relación a la tala de los
árboles en el colegio.
La manera de evitar las
suposiciones es preguntar. Asegurarse de que las cosas quedan claras. En última instancia, y si te
dejas guiar por la buena voluntad, siempre te queda la confianza en las personas que tenemos que tomar decisiones difíciles.
Con las palabras podemos hacer
que los que nos rodean se sientan bien, transmitirles nuestro apoyo, nuestra aceptación, pero también podemos
hacer daño, poner en duda el valor de las personas y de su trabajo.
Como director del CEIP Francisco
Arranz siempre intento hacer mi trabajo lo mejor que puedo. De
esta forma, pase lo que pase, me es más fácil aceptar las consecuencias porque
mi conciencia está tranquila.
He intentado no tomarme las
críticas y comentarios como algo personal, pero duele la desconfianza. Pensé
que me había acostumbrado a no tomarme nada personalmente, a que mi confianza no dependiera de lo que
dicen sobre mi las demás personas, pero
estos días han sido difíciles.
Si consultamos las noticias del
30 de agosto de 2015 encontraremos estos titulares:
"Una tormenta deja varios
heridos y numerosos árboles caídos en Madrid"
"Una tormenta causa cortes
de luz y caídas de árboles en Madrid y en la Comunidad"
"Varios heridos y numerosos
árboles y ramas caídos en Madrid por la tormenta"
"Numerosos
árboles y ramas caen en Madrid durante una tormenta y hay seis heridos"
Al colegio también le afectó la
tormenta y provocó la caída de un árbol. Árbol que había sido revisado en
febrero 2015 por un técnico de de la Dirección General de Zonas Verdes del
Ayuntamiento de Madrid. De ese informé se derivó la tala de otros 8 árboles,
pero no del árbol caído en agosto, pues se encontraba en buen estado.
En la inspección que realizó el
técnico en septiembre, tras la caída del árbol, dictaminó que todos los árboles
padecían la misma anomalía y. que antes o después , podrían caer.
No consideró urgente la tala de
ningún ejemplar, pero me autorizó verbalmente a talar cualquier árbol que
pusiera en riesgo a los alumnos del colegio.
El informe del técnico se tramitó
por los cauces habituales y de todo el proceso se informó a la Dirección de
Área Territorial y a la Dirección General de Infraestructuras y Servicios de la
Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y, por supuesto, al Claustro de Profesores y al
Consejo Escolar del colegio.
Las imágenes de los tocones
demuestran que el técnico tenía razón.
Vecinos, maestros y padres, debo
seguir tomando las decisiones que me corresponden como competencias propias de
mi cargo. Y me pongo a vuestra disposición para cualquier duda.