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jueves, 10 de noviembre de 2016

Compromiso con la educación y los valores: PROYECTO AYUDA EN ACCIÓN

Comparto esta experiencia con mis compañeros del curso  #convivenciaMOOC
#VentajasConvivencia
(Marzo de 2015)


LUIS ESTEBAN

Director del C.E.I.P. FRANCISCO ARRANZ

PROYECTO AYUDA EN ACCIÓN

Compromiso con la educación y los valores

El Colegio Público Francisco Arranz, en el distrito madrileño de Latina, no tiene piscina cubierta ni pabellones deportivos, pero sus aulas están llenas. En sus más  60 años de historia, el centro ha escolarizado a tres generaciones e incluso los profesores han confiado a sus compañeros la educación de sus hijos. 

¿La clave? “Un modelo educativo de calidad y compromiso con los chavales”, afirma su director, Luis Esteban. Un objetivo, prestar cooperación a las familias; y un aliado, Ayuda en Acción, que colabora con becas de libros y de comedor, de las que se benefician 43 alumnos. Porque “un niño bien alimentado es feliz y, si es feliz, aprende más”. 

El colegio es la segunda casa de Luis Esteban. Se notan los 25 años –de ellos, 13 como director– que lleva en este centro de infantil y primaria ubicado en una zona de trabajadores de perfil socioeconómico medio-bajo. 

A lo largo de su historia, el Colegio Francisco Arranz sólo ha contado con tres directores, pero ha conseguido mantener el nivel de calidad, destaca el actual mientras intercambia saludos con los niños que se cruza por pasillos y escaleras. Conoce sus nombres y a sus familias. Los de los 448. El suyo es un compromiso con la educación y los valores. 

En el centro, siempre han ayudado a las familias, en torno al 15% de ellas con necesidades socioeconómicas. Fruto de ese interés, y porque había chavales que no se podían quedar a comer al no recibir beca –el precio del comedor está establecido por ley y una mensualidad se acerca a los 100 euros–, el colegio se puso a buscar ayuda y la encontró en Ayuda en Acción. La situación de algunos padres en los últimos cuatro años es un reflejo de la sociedad actual. La desaparición del chequelibro, la sustitución de las becas de comedor por un programa de ayudas de pago reducido y el cambio de criterios para acogerse a estas ha perjudicado a los alumnos más desfavorecidos. “Han sido unos años terribles”, asegura Luis Esteban. 

El director ve un desfase entre las noticias sobre la recuperación de las que dan cuenta los medios de comunicación y lo que se vive en la escuela pública. En el colegio se han dado cuenta de que tienen familias con pobreza funcional, trabajan, pero sus ingresos no les permiten llevar una vida digna, tampoco les atienden los servicios sociales.

 Él conoce bien la situación de las 78 familias del colegio que precisan la ayuda de los servicios sociales. “No ocultan nada, te traen hasta la cartilla del banco”. Sin recursos laborales, cobrando subsidios o rentas mínimas y con varios hijos. “¿Cómo piensa la Administración que un padre puede vivir con 426 euros?”, se pregunta. La respuesta llegó hace tres cursos de la mano de Ayuda en Acción. Becas de comedor y de libros para ayudar a los alumnos a salir de un círculo vicioso. “Los chavales tienen problemas porque las familias tienen problemas”. Afecta sobre todo a inmigrantes, carentes de apoyo familiar y, en menor medida, a españoles, “a los que la vergüenza les impide en ocasiones recurrir a la ayuda”. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el 17% de los hogares españoles manifiesta llegar a fin de mes con mucha dificultad. 

La ONG Ayuda en Acción comenzó en 2013 a trabajar por primera vez en España para mejorar las condiciones de vida de los miles de niños y sus familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad. El proyecto de apoyo a las necesidades básicas de la infancia ha paliado las carencias de más de 2.000 niños, mediante becas de comedor, de libros de texto y material didáctico, becas para excursiones y refuerzo educativo. Para su puesta en marcha, la organización ha contado con la colaboración de la Fundación Mutua Madrileña, que ha destinado la recaudación solidaria de los conciertos navideños de Inma Shara y la Orquesta Clásica Santa Cecilia, celebrados en 2013. 

“La iniciativa es una maravilla. Durante todo el año, hemos colaborado con Ayuda en Acción para difundir el proyecto”. El objetivo del mismo es atender a los alumnos en un aspecto básico asistencial, “que coman, que tengan libros y si es posible que tengan las mismas oportunidades de ocio”. Además, de forma indirecta Ayuda en Acción está colaborando con el colegio en la nueva biblioteca, abierta todo el día para la comunidad educativa.

La experiencia de Luis Esteban le dicta que los alumnos del CEIP Francisco Arranz están bien formados. “La mayoría de los profesores hemos educado aquí a nuestros hijos”. Han sentado una base académica lo suficientemente estable, asegura, para que la persona que lo desee y trabaje consiga lo que quiera. No es un centro bilingüe, no imparte ocho horas de inglés, sino tres o cuatro sesiones en algunos niveles, pero bien aprovechadas a la vista de que este curso a varios alumnos que han dado el salto al instituto se les han ofrecido pasar a la sección bilingüe. “Es un indicador de calidad”. 

Su gran orgullo: llenar año a año las matrículas del centro, a pesar de estar rodeados de colegios, y no contar con grandes instalaciones deportivas. Todo, con unas estadísticas de conflictividad bajísimas. Cualquier plan que mejore la dinámica interna del centro es bienvenido. Ya han trabajado con otros colegios europeos y ahora repiten experiencia. El nuevo proyecto, llamado To the wood (En el bosque), tiene como tema central el medioambiente. “Es una excusa para que nuestros chicos se relacionen con otros europeos”. Durante  tres años, los alumnos del CEIP Francisco Arranz se emparejan con estudiantes de otros países, con los que mantendrán contacto y realizarán actividades comunes. Para el director, es una experiencia que enriquece la vida escolar. 

Luis Esteban tiene interés en transformar el colegio en un centro abierto para cualquier tipo de iniciativa. Resultado de este empeño son las casi 40 actividades que la activa asociación de padres tiene en marcha por las tardes. O la implicación de toda la comunidad escolar en jornadas como el Día de la paz (una operación kilo destinada a las familias del proyecto), el Día del libro o el Día del maestro (orientadas a captar fondos). 

El pasado verano, pusieron en marcha una iniciativa para ayudar a los padres a encontrar empleo, que estaba acompañada de comedor para los niños. La idea es que si todo va bien puedan continuar con la formación de padres este año, organizando cursos de manipulador de alimentos, entrenador deportivo y cuidado de personas mayores, con el objetivo de que encuentren un puesto de trabajo. Esta actuación está en línea con la política de Ayuda en Acción de estar al lado de las familias de los alumnos para generar oportunidades socioeconómicas que les permitan salir de la vulnerabilidad. 

El colegio ayuda en todo lo que puede a las familias, y a cambio recibe mucho agradecimiento y apoyo. Luis Esteban tiene la conciencia tranquila y el orgullo de saber que el resto de las familias no ha estigmatizado a los niños del proyecto. “Al principio teníamos mucho cuidado de que no se enteraran, pero al final es una rutina, nadie se ha sentido molesto”. Un compromiso doble, con la educación y los valores.

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