#VentajasConvivencia
(Marzo de 2015)
LUIS ESTEBAN
Director del C.E.I.P. FRANCISCO ARRANZ
PROYECTO AYUDA EN ACCIÓN
Compromiso con la educación y los valores
El Colegio Público Francisco Arranz, en el distrito
madrileño de Latina, no tiene piscina cubierta
ni pabellones deportivos, pero sus aulas
están llenas. En sus más 60 años de historia, el
centro ha escolarizado a tres generaciones e incluso
los profesores han confiado a sus compañeros la educación de sus hijos.
¿La clave? “Un
modelo educativo de calidad y compromiso con
los chavales”, afirma su director, Luis Esteban.
Un objetivo, prestar cooperación a las familias;
y un aliado, Ayuda en Acción, que colabora con
becas de libros y de comedor, de las que se benefician 43 alumnos. Porque “un niño bien alimentado
es feliz y, si es feliz, aprende más”.
El colegio es la segunda casa de Luis Esteban.
Se notan los 25 años –de ellos, 13 como director–
que lleva en este centro de infantil y primaria
ubicado en una zona de trabajadores de perfil socioeconómico medio-bajo.
A lo largo de
su historia, el Colegio Francisco Arranz sólo ha
contado con tres directores, pero ha conseguido
mantener el nivel de calidad, destaca el actual
mientras intercambia saludos con los niños que
se cruza por pasillos y escaleras. Conoce sus
nombres y a sus familias. Los de los 448.
El suyo es un compromiso con la educación y
los valores.
En el centro, siempre han ayudado a
las familias, en torno al 15% de ellas con necesidades
socioeconómicas. Fruto de ese interés, y
porque había chavales que no se podían quedar
a comer al no recibir beca –el precio del comedor
está establecido por ley y una mensualidad
se acerca a los 100 euros–, el colegio se puso a
buscar ayuda y la encontró en Ayuda en Acción.
La situación de algunos padres en los últimos
cuatro años es un reflejo de la sociedad actual.
La desaparición del chequelibro, la sustitución
de las becas de comedor por un programa de
ayudas de pago reducido y el cambio de criterios
para acogerse a estas ha perjudicado a los
alumnos más desfavorecidos. “Han sido unos
años terribles”, asegura Luis Esteban.
El director
ve un desfase entre las noticias sobre la recuperación
de las que dan cuenta los medios
de comunicación y lo que se vive en la escuela
pública. En el colegio se han dado cuenta de
que tienen familias con pobreza funcional, trabajan,
pero sus ingresos no les permiten llevar
una vida digna, tampoco les atienden los servicios
sociales.
Él conoce bien la situación de las 78 familias del colegio que precisan la ayuda de
los servicios sociales. “No ocultan nada, te
traen hasta la cartilla del banco”. Sin recursos
laborales, cobrando subsidios o rentas mínimas
y con varios hijos. “¿Cómo piensa la Administración
que un padre puede vivir con 426 euros?”,
se pregunta.
La respuesta llegó hace tres cursos de la mano
de Ayuda en Acción. Becas de comedor y de libros
para ayudar a los alumnos a salir de un círculo
vicioso. “Los chavales tienen problemas
porque las familias tienen problemas”. Afecta
sobre todo a inmigrantes, carentes de apoyo familiar
y, en menor medida, a españoles, “a los
que la vergüenza les impide en ocasiones recurrir
a la ayuda”. Según los datos del Instituto
Nacional de Estadística, el 17% de los hogares
españoles manifiesta llegar a fin de mes con
mucha dificultad.
La ONG Ayuda en Acción comenzó en 2013 a
trabajar por primera vez en España para mejorar
las condiciones de vida de los miles de niños
y sus familias que se encuentran en situación de
vulnerabilidad. El proyecto de apoyo a las necesidades
básicas de la infancia ha paliado las carencias
de más de 2.000 niños, mediante becas de comedor, de libros de texto y material didáctico,
becas para excursiones y refuerzo educativo.
Para su puesta en marcha, la organización
ha contado con la colaboración de la Fundación
Mutua Madrileña, que ha destinado la recaudación
solidaria de los conciertos navideños de
Inma Shara y la Orquesta Clásica Santa Cecilia,
celebrados en 2013.
“La iniciativa es una maravilla.
Durante todo el año, hemos colaborado
con Ayuda en Acción para difundir el proyecto”.
El objetivo del mismo es atender a los alumnos en un aspecto básico asistencial, “que coman,
que tengan libros y si es posible que tengan las
mismas oportunidades de ocio”. Además, de
forma indirecta Ayuda en Acción está colaborando
con el colegio en la nueva biblioteca,
abierta todo el día para la comunidad educativa.
La experiencia de Luis Esteban le dicta que los
alumnos del CEIP Francisco Arranz están bien
formados. “La mayoría de los profesores
hemos educado aquí a nuestros hijos”. Han sentado una base académica lo suficientemente
estable, asegura, para que la persona
que lo desee y trabaje consiga lo que quiera. No
es un centro bilingüe, no imparte ocho horas de
inglés, sino tres o cuatro sesiones en algunos
niveles, pero bien aprovechadas a la vista de
que este curso a varios alumnos que han dado
el salto al instituto se les han ofrecido pasar a la
sección bilingüe. “Es un indicador de calidad”.
Su gran orgullo: llenar año a año las matrículas
del centro, a pesar de estar rodeados de colegios,
y no contar con grandes instalaciones deportivas.
Todo, con unas estadísticas de
conflictividad bajísimas.
Cualquier plan que mejore la dinámica interna
del centro es bienvenido. Ya han trabajado con
otros colegios europeos y ahora repiten experiencia.
El nuevo proyecto, llamado To the
wood (En el bosque), tiene como tema central
el medioambiente. “Es una excusa para que
nuestros chicos se relacionen con otros europeos”.
Durante tres años, los
alumnos del CEIP Francisco Arranz se emparejan
con estudiantes de otros países, con los
que mantendrán contacto y realizarán actividades comunes. Para el director, es una experiencia
que enriquece la vida escolar.
Luis Esteban tiene interés en transformar el colegio
en un centro abierto para cualquier tipo de
iniciativa. Resultado de este empeño son las casi
40 actividades que la activa asociación de padres
tiene en marcha por las tardes. O la implicación
de toda la comunidad escolar en jornadas
como el Día de la paz (una operación kilo destinada
a las familias del proyecto), el Día del libro o
el Día del maestro (orientadas a captar fondos).
El pasado verano, pusieron en marcha una iniciativa
para ayudar a los padres a encontrar empleo,
que estaba acompañada de comedor para
los niños. La idea es que si todo va bien puedan
continuar con la formación de padres este año,
organizando cursos de manipulador de alimentos,
entrenador deportivo y cuidado de personas
mayores, con el objetivo de que encuentren
un puesto de trabajo. Esta actuación está en
línea con la política de Ayuda en Acción de estar
al lado de las familias de los alumnos para generar
oportunidades socioeconómicas que les
permitan salir de la vulnerabilidad.
El colegio ayuda en todo lo que puede a las familias,
y a cambio recibe mucho agradecimiento
y apoyo. Luis Esteban tiene la
conciencia tranquila y el orgullo de saber que el
resto de las familias no ha estigmatizado a los
niños del proyecto. “Al principio teníamos
mucho cuidado de que no se enteraran, pero al
final es una rutina, nadie se ha sentido molesto”.
Un compromiso doble, con la educación
y los valores.
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